Desc: Mit einem Rutsch ins Glück: Dirigida por Dietmar Klein. Con Anja Kruse, Heio von Stetten, Wolf Roth, Michaela Rosen. Eva Christ (Anja Kruse), redactora jefe desde hace mucho tiempo de la revista de moda "Beauty Today", sabe lo que interesa a sus lectores: además de las estrellas y el glamour, las mujeres también quieren leer historias críticas sobre las falsas promesas en el mundo. de bellas apariencias. Al nuevo jefe de Eva, Paul Bergmann (Alexander Strobele), no le importan los lectores. Sólo piensa en las ventas, que pueden incrementarse con la mayor cantidad de anuncios posible. Lo ideal sería sustituir a Eva por su ambiciosa asistente Maike Müller (Bojana Golenac), cuyos textos educados halagan a los anunciantes. En consecuencia, Eva se distrae cuando no presta atención en una presentación en el zoológico y tropieza con un cubo de pescado: su bolsa de cocodrilo navega en un gran arco hacia el tanque de cocodrilos. La enfurecida Eva piensa que la culpa es del torpe cuidador del zoológico Max Hay (Heio von Stetten), quien espontáneamente se enamora de ella. Eva realmente tiene otras cosas de qué preocuparse, pero resulta que Max vive en el vecindario y no pierde la oportunidad de "disculparse". Sin embargo, cuando el cuidador del zoológico en mangas de camisa vuelve a tocar el timbre, llega en el momento adecuado: Eva está organizando una pequeña cena en la que su amante Karl (Wolf Roth), un abogado casado y con familia, se encuentra inesperadamente con los amigos de su esposa. Para evitar preguntas embarazosas, Eva le pide a Max, con presencia de ánimo, que interprete a su novio. Nada mejor que eso: con su actitud espontánea y relajada, el invitado sorpresa no sólo salva la velada: también es tan bueno en su papel que el juego, contra la voluntad de Eva, se vuelve terriblemente serio. Las cosas también se ponen serias para Karl, quien finalmente es abandonado por su esposa y se muda con Eva. Por supuesto, espera que ella cumpla el papel de amante y esposa al mismo tiempo. Eva esperó a Karl durante diez años, pero no para plancharle las camisas ni cumplir sus deseos especiales. Eva comienza a reflexionar.